lunes, 3 de mayo de 2010

Coge una gran bocanada de aire. Sí, inténtalo. No puedes. Las lágrimas te ahogan. Ya escuchaste muchas palabras desconsolantes, ya te repitieron seguidas veces que eras inútil, que no te salía nada bién y que ... y ¿que qué?
Al fin y al cabo ya solo te queda rendirte...

1 comentario:

  1. Jamás te rindas. La rendición sólo es cogida por aquellos que jamás han probado el sabor de una batalla, que jamás sus palabras fueron de esfuerzo. Esos que no conocen victoria porque no conocen perdición. No hay victoria sin batalla, no existen batallas sin luchas. Más vale ser luchador de día y noche, que ni el viento que sople lo haga tambalear, que las piedras de cualquier camino supongan ningun altercado, que ningun probador de batallas. Levanta tu espada, tus ánimos. Lucha, sigue luchando. Actua, eso servirá para ver que sabes. Actua, eso servirá para ver que eres grande. Actua, no te rindas, busca tu presente. Ya no hay dudas de cualquier pasado. ¿Y las palabras? Que te sirvan de escudo. Lucha y no te rindas!

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