sábado, 26 de septiembre de 2015

A IV

Dime, 
quién puede bailar con ella
si es tsunami
en el desierto,
¿quién?
Si es la locura
en el cuerdo
y la lógica
del loco,
¿quién puede 
bailar con ella?
Dime,
quién puede bailar con ella
si es el hogar
del ermitaño,
el sexo oculto
de un ángel,
la pasión irrefrenada
del impulso contenido,
¿quién puede?
Quién puede
si es carcajada
cuando duele.
Si sabe 
que la música
no siempre amansa
a las fieras.
Que veces hace lo que debe
y las saca a bailar. 

Dime
quién puede,
si se siente
en la ignorancia
y se piensa
desde el pecho,
pobre tonta.
Haciendo cálculos
con las palabras.
Quién puede
bailar con ella
si de las camas
hace catálogos 
de vértigo.
Si colecciona
los silencios llenos
de conversaciones
vacías.
Quién puede
si ella es el fuego
que arde en aguas
con las que el viento
agrieta la tierra
y baila,
baila,
baila.
Siempre baila sola
para que no 
le pisen
los pies. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

In(f)vierno

Puñado de huesos,
saco de llantos,
manos heladas.
Plexo de mariposas
o plantas carnívoras.
Dime de dónde sale el invierno.
Dime por qué sabes del infierno
si nadie
se ha atrevido a subir
para contarlo.

Manos
y corazón de mendigo,
manos
y corazón de feriante,
prometiendo dar
lo que no tienen
y pidiendo
su otra mitad.
Dime de dónde sale el invierno.
Dime por qué sabes del frío,
cuenta qué te hace temblar.

Corazón de jaula,
amor de candado,
boca de llave maestra
y sonrisa de pobre.
Piernas de fugitivo,
oídos de ciego
que escuchan
pero no dejan ver.
Mano de santo
sin remedio,
dime de dónde sale el invierno.
Dime si no era tan frío
que te acabó quemando
y ya no lo distingues.

Alma de guerrero,
cuerpo de mujer,
despecho del feo,
rencor de la mal querida,
amor de huérfana,
miedo de kamikaze,
y luego,
cariño,
dirán que tú eres fría.

Mi amor, dime lo que sabes del in(f)vierno.