lunes, 18 de octubre de 2010

You walked with me, footprints in the sand.



Sigo preguntándome qué será de tus huellas. En qué sinuoso camino de qué frondoso bosque se han quedado tumbadas mirando al cielo hasta llegar a él.
Te fuiste sin darme tiempo a sacar mi pañuelo blanco, ni tan siquiera agitarlo, dejar caer una lágrima. Le pedí al viento que fuese mi paloma mensajera y te contase que te quiero y que me perdonases por no haber ido al puerto a ver zarpar tu barco.
Estoy segura de que estabas vestido de tus mejores galas. Tu honestidad, tu sinceridad y tu sonrisa. La que me robabas a mi sin piedad.
Me arrancaste tantas cosas... mi primera palabra, tu nombre. No creo que el destino haya olvidado ese detalle en el momento en que me embrujó los dedos para escribir historias de castillos sin princesa y de un amor sin un enamorado.
Una carcajada, una mirada desgarradora y confidente.
Lástima que no vayas a ver como tú querías el día en que me ate a un clavo ardiente... hoy yo seré tus ojos, tu tacto y tus caricias. Seré los pasos que tuviste miedo a dar. Sea cuál sea tu edén estoy esperando sus escaleras.
Hay ocasiones en las que no hay cielos demasiado altos.

lunes, 4 de octubre de 2010

El origen


Posiblemente muchos os preguntaréis de dónde viene el título de esta fábrica de sueños, o sencillamente no sabéis por qué empecé a escribir.
Bién... fué cómo empezar a amar. Nadie me enseñó a cojer un bolígrafo y a despilfarrar emociones de negra tinta. Llegó un día en que mis manos decidieron aliarse con mi mente.
No sé si maldecirlas o si alzarles un monumento.
Bién, la cuestión es que un buen día necesité hablarle al mundo. A pesar de no ir a escucharme nadie. Allí apareció mi mejor amigo. Desgarrador, inyectaba toda mi historia en vena cómo si de una segunda piel se tratase. Guardián de secretos, noches en vela, lágrimas y reflexiones. De las historias de amor más bellas y las tragedias de un corazón ermitaño que jamás encontró refugio.
Fue amor a primera vista. Empezó como un simple juego. Cada letra era una lágrima. Ya no ardía al sufrir. Ahora era bello.
Acabé escribiendo una vez, dos veces al día. Todas aquellas que me ahogaba en mi propio vaso de angustia, que acabé bebiéndome de un trago.
A decir verdad, aquellas cartas no eran a ninguna parte. Ahora tampoco lo son. Tenían destinatario. Es más, aún lo tienen.
Todos esos sentimientos hechos pedazos de papel, siguen archivados en mi alma y en algún recóndito lugar de mi habitación que sólo yo conozco, solamente por si un día, a alguien le apetece abrir las más bellas herida para poder curar las suyas.
Mientras tanto, permanecerán allí intactas, hasta el día que tenga valor de quemar mis ilusiones.
Hasta entonces, seguiré tentando a la suerte con mis sentimientos.
Recuerda bién lo que vas a leer, y es que yo jamás escribo palabras. Son mucho más que eso...

sábado, 2 de octubre de 2010

On ne voit qu'avec le coeur. L'essentiel est invisible pour les yeux

Aquella niña tan pequeña ha crecido, a tí ya no te caben tus zapatitos blancos con el botón de margaritas. El cielo cada vez está más cerca y tu amor a ras de suelo. Todo crece, se pierde, se encuentra. Ilusiones y sueños ya no tenemos en cuenta. Se quedaron allí, en un rincón, alejados de la mano de un dios que tan siquiera sabes si existe. El deseo de llegar a coger los yogures del estante más alto se ha escapado entre tus piernas, ahora te conformas solo con ser capaz de llenar el de abajo. Nos conformamos con ser mediocres pudiendo ser los mejores. Y todo por miedo. El miedo que no tuvo aquél que entro en las cortes de versalles y gritó revolución. El miedo de saber que juegas a una carta, y de que si fallas y pierdes, necesitarás tanto valor, como para empezar de 0.
Y tú, tienes miedo a vivir. De abrir el libro y ver que el primer folio está en blanco. ¡Vamos! Admítelo, el pavor a la crítica hace un racionamiento de toda tu razón.
Y todo, por miedo. Miedo a vivir. Miedo a ser. Miedo a sentir.
¿Saben qué? Voy a quitarme la coraza y mi única armadura será el valor. Voy a salir a luchar, voy a reírme de mi propia tragedia.