viernes, 8 de enero de 2016

La última vez que te vi

Siempre
nos quedan asaltos.

La última vez que te vi
fue también en invierno.
No sabes nada 
del frío;
creímos por un momento
que igual te podía tumbar.

La última vez que te vi
estabas igual que siempre:
alegre y sonriente,
con los puños preparados para pelear
pero nunca en guardia.

Cada vez que te digo adiós
me pregunto cómo lo haces
o cómo lo has hecho hasta hoy
para no esquivar ningún golpe
y sin embargo
jamás permitir que te hieran.

Te quiero
porque sabes luchar
con las mejores armas
y sin nunca 
hacer daño a nadie. 




La última vez que te vi, lo único que me rondaba por la cabeza es que no he conocido jamás a alguien tan sabio como tú, solo por el simple hecho de cómo has sabido amar hasta el último momento de tu vida a todo lo que te rodea. Por la fe que ponías en todo y en todos día sí y día también. Estoy convencida de que no encontraré a nadie en el mundo que sepa querer tan bien, pero ya que he tenido el ejemplo, por lo menos voy a intentarlo.