sábado, 26 de septiembre de 2015

A IV

Dime, 
quién puede bailar con ella
si es tsunami
en el desierto,
¿quién?
Si es la locura
en el cuerdo
y la lógica
del loco,
¿quién puede 
bailar con ella?
Dime,
quién puede bailar con ella
si es el hogar
del ermitaño,
el sexo oculto
de un ángel,
la pasión irrefrenada
del impulso contenido,
¿quién puede?
Quién puede
si es carcajada
cuando duele.
Si sabe 
que la música
no siempre amansa
a las fieras.
Que veces hace lo que debe
y las saca a bailar. 

Dime
quién puede,
si se siente
en la ignorancia
y se piensa
desde el pecho,
pobre tonta.
Haciendo cálculos
con las palabras.
Quién puede
bailar con ella
si de las camas
hace catálogos 
de vértigo.
Si colecciona
los silencios llenos
de conversaciones
vacías.
Quién puede
si ella es el fuego
que arde en aguas
con las que el viento
agrieta la tierra
y baila,
baila,
baila.
Siempre baila sola
para que no 
le pisen
los pies. 

3 comentarios:

  1. Qué gran poema. Es una maravilla. Contigo voy de sorpresa en sorpresa porque si el anterior era genial éste último no lo es menos. Considero un regalo tener la oportunidad de pasar a leerte. Un abrazo. Franziska

    ResponderEliminar
  2. Excelente poema. "Quien puede bailar con ella" muy buena frase. Espero que estes muy bien. Saludos desde México. (Tepic, Nayarit)

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar