domingo, 23 de marzo de 2014

Despedida

Si no te hubieras ido nunca
nos hubiera roto el fuego
abrasado en mil pedazos
dejando solo ceniza
para que se nos llevase el viento.

Si no te hubieras ido nunca
la nada me hubiese podido
y ya te digo yo que todo
se reduce a polvo en la nada. 

Si no te hubieras ido nunca
puede que el polvo hubiese volado
solo para soplar las ascuas
y que entonces el fuego 
se convirtiese en metáfora. 

O se convirtiese en rotos. 
En fotos. 
En ti asomando la cara tras la almohada
o tu espalda en la ventana saludando
desde tus clavículas
que por un momento parecían alas
jurando que vas a marcharte.

Si no te hubieras ido nunca
tu blues se volvería daltónico,
lo teñiría todo de rojo 
y cambiaría melancolía por
el hogar en tus alientos. 

Si no te hubieras ido nunca...
no hubiese sido capaz de darme cuenta
de que en realidad jamás te fuiste,
sino que yo no supe quedarme. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario