jueves, 3 de enero de 2013

Primera vez

Hemos empezado con mal pie;
tú tan fría, yo tan de piedra.
Lo que no quisiste decir,
me lo han contado tus ojos.
Y todo casi sin rechistar,
fijando tus párpados abiertos.
Quizás lo del mal pie sea solo una excusa,
para volver a girarme y encontrarme con ella.
Quizás el término “mal pie” nos favorezca,
y choquemos el uno con el otro.
Y nos ayude a perdernos al encontrarnos,
en ti, en mí, en todo.
Y me sorprende que sea casi sin mirarnos.
Tus ojos me enseñaron,
que no hace falta hablar para hablar.
Sólo sentir para expresar.
Saberlo todo en un silencio,
y sin apenas mirarnos.
Sin apenas tocarnos;
alma con alma: mudas.
Por primera vez y, disculpe la osadía,
permítame dudar que sea la última.
Sólo serán nuestras primeras sonrisas recíprocas;
sólo y para siempre, como todos los recuerdos que estremecen.
Infinitos, irrompibles.
Hogar del corazón cuando se pone triste.
Cálidos, que no huyen.
Tampoco te escapes tú;
déjame encender la llama.
Tampoco te apagues,
que llevo luz suficiente para los dos.
Y si dudas un momento vuelve a buscarme.
No grites, no te asustes, sólo cógeme de la mano.
Y mírame de nuevo, y piérdete conmigo otra vez.

Por Adrián Salcedo y Ane Santiago.

http://columpiosdepapel.wordpress.com , aquí tenéis el blog de el señor poeta con el que he escrito esta pequeña composición, espero que lo disfrutéis, merece la pena:)! ]

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