-El día en que te equivoques y te des cuenta de que has
metido la pata hasta el fondo querrás una segunda oportunidad. Entonces pueden pasar
tres cosas: no la tendrás porque te habrás rendido, la tendrás de mala manera
porque te esforzaste hasta llegar a ella y luego lo dejaste pasar o conseguirás
lo que deseas porque no descansaste.
-Muy bien, me parece precioso el discurso de luchadora nata.
Y ahora, ¿qué?
-Ahora espera. Simplemente espera a que el tiempo me de la
razón.
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