Usamos
cualquier patio en la ciudad
como escondrijo.
Con ojos de búho
piel de serpiente,
mirada de gato,
y vidas de más.
Seis malgastadas
en historias mediocres
y la última,
que a veces se vive primera,
quiso acabar con nosotros.
cualquier patio en la ciudad
como escondrijo.
Con ojos de búho
piel de serpiente,
mirada de gato,
y vidas de más.
Seis malgastadas
en historias mediocres
y la última,
que a veces se vive primera,
quiso acabar con nosotros.
Colgué las sábanas
sin lavarlas antes
para secar
los recuerdos al sol
y dejar que la lluvia
se llevase el tedio:
sin lavarlas antes
para secar
los recuerdos al sol
y dejar que la lluvia
se llevase el tedio:
la luna creciente
nos vio menguar,
llenarnos
y nacer de nuevo.
nos vio menguar,
llenarnos
y nacer de nuevo.
Las farolas
se daban la vuelta
y hacían de cuerda.
Yo montaba sobre ti
como en un monociclo,
torpe.
Y las mujeres
y los niños
aplaudían en sus casas
a la televisión.
se daban la vuelta
y hacían de cuerda.
Yo montaba sobre ti
como en un monociclo,
torpe.
Y las mujeres
y los niños
aplaudían en sus casas
a la televisión.
El humo de un cigarro
alimentaba el ansia
de siguiente,
y otro,
y otro.
Las sábanas
empezaban a secar.
alimentaba el ansia
de siguiente,
y otro,
y otro.
Las sábanas
empezaban a secar.
Se oían nanas
a media tarde.
Platos chocando entre ellos,
dedos rozarse,
olores a vainilla huidizos.
Mi huella en tu mano
y un silencio
permanente.
Marcas de bala
en la esquina
de una habitación.
a media tarde.
Platos chocando entre ellos,
dedos rozarse,
olores a vainilla huidizos.
Mi huella en tu mano
y un silencio
permanente.
Marcas de bala
en la esquina
de una habitación.
Intimidades olvidadas
por zancadillas emocionales.
Recuerdos rugosos
de una etapa extraña.
por zancadillas emocionales.
Recuerdos rugosos
de una etapa extraña.
Unas sábanas ardiendo
como papel de fumar.
como papel de fumar.